El distrito católico de Ardoyne fue el escenario donde se registraron los mayores enfrentamientos entre grupos opuestos, y la intervención de la policía a bordo de vehículos blindados desató más violencia, destacó la edición electrónica de The Belfast Telegraph.
En los disturbios se registró la participación mayoritaria de jóvenes, incluso de niños de hasta siete y ocho años de edad, que han formado barricadas en las calles mientras policías antidisturbios con carros dotados de cañones de agua han tratado de controlarlos.
Los enfrentamientos se registraron cuando jóvenes católicos trataron de atacar la marcha protestante de la Orden Naranja del 12 de julio, que celebra una victoria militar del rey William de Orange sobre el también rey James II en el siglo XVII.
En los disturbios del pasado lunes los participantes detuvieron la marcha del tren que cubre la ruta entre Belfast y Dublín y trataron de incendiarlo pero sin éxito, reportó la británica Press Association (PA).
El jefe policial Matt Baggott acusó a republicanos opuestos al proceso de paz en Irlanda del Norte de fomentar las tensiones con los protestantes y generar así los disturbios, que han dejado 82 policías heridos, 55 de ellos la noche del lunes.
La policía de Belfast se ha defendido de críticas de representantes políticos por su actuación, y la víspera difundió un video tomado desde uno de sus helicópteros donde se ve como los agentes del orden son los atacados.
De acuerdo a las imágenes, un línea formada por agentes antidisturbios es embestida varias veces por hombres enmascarados que usaban barras de metal y de madera.
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