sabato 11 novembre 2017

pc 11 novembre - La nostra posizione sulla Catalogna - nello Stato spagnolo e sui blog internazionalisti

Declaración del PCm Italia sobre la cuestión nacional de Catalunya

Nota del blog V.O. : Presentamos a continuación una importante declaración del Partido Comunista Maoísta de Italia (Proletari Comunisti) sobre la cuestión nacional de Catalunya. La hemos traducido del inglés al español por su especial interés, sabe exponer de forma clara y didáctica la situación actual de Catalunya y nos describe el papel que deben jugar los comunistas de Catalunya y de España en estos momentos. También supone una denuncia contra las desviaciones revisionistas de los falsos comunistas.

Cataluña – Algunas notas e instrumentos para una posición revolucionaria y de clase, para guiar la acción internacional y la solidaridad. PCm Italia.

Para contextualizar correctamente la cuestión de Cataluña, de ninguna manera podemos ver solo las aspiraciones de independencia de una gran parte de las masas catalanas o las características peculiares que pueden hacer de Cataluña una nación.
Esto, sin embargo siendo necesario, no explicaría por qué aquí y ahora esta contradicción ha llegado a un punto fundamental, porque se ha agudizado hasta poner al Estado español en la disyuntiva entre una nueva dictadura franquista  en Cataluña con una especie de ocupación militar, o la independencia nacional dirigida por una fracción de la burguesía nacional catalana y la burguesía media.
Marx y Engels nos enseñaron que hay que ir más allá de esto, tenemos que identificar el nexo existente entre el desarrollo de la burguesía en el Estado español y en Cataluña y las condiciones económicas y sociales que son el fundamento del agudo choque actual.
Por lo tanto, es imposible enmarcar adecuadamente el problema sin considerar la crisis económica y global, las contradicciones inter-imperialistas y el papel del Estado español, dentro del escenario de una Europa bajo el liderazgo alemán, aparte de otros factores.
Un primer punto que debe tenerse en cuenta es que la aspiración de establecerse como nación y afirmar el factor de la nación es ante todo una necesidad de la burguesía, particularmente en situaciones dentro de los países imperialistas. Es la burguesía que se esfuerza por desarrollar económicamente, obstáculos y barreras de manera progresiva, y exige una unidad territorial para atar a las masas trabajadoras y el movimiento progresista en su carro.
En el caso de Cataluña, el problema no son los residuos feudales, sino que el gobierno del Estado español contiene en sí mismo una fracción “feudal”, es decir, la monarquía y el post-franquismo, que, si bien no es el feudalismo en el sentido estricto, juega un papel de obstáculo y freno para el desarrollo de la burguesía catalana.
Otro elemento, que siempre es común en los asuntos nacionales y en España en particular, es el peso de la organización de la Iglesia, que en España es el Vaticano, la Curia Romana que, como se había unido firmemente a Franco, ahora toma firmemente partido por la monarquía española y el Estado español, y por lo tanto interactúa, alimenta la aspiración de independencia de Cataluña.
Otro elemento necesario para el análisis de la contradicción en Cataluña es, como nos enseñaron Marx y Engels, el estudio profundo del nexo existente entre el problema nacional y el desarrollo del movimiento obrero.

Aquí nuestro punto de referencia solo puede ser el de Francia en 1848; es decir, en Cataluña no vemos una dominación imperialista sobre un pueblo oprimido del tercer mundo, sino una situación en la que Cataluña es un país capitalista, no completada en términos de nación autónoma existente. La necesaria entrada de la clase trabajadora en esta disputa requiere que aparezca en el campo como una fuerza autónoma en lucha por el poder político.
La necesidad de que el proletariado entre al campo de la lucha actual en Cataluña está dentro de una definición precisa y una limitación concreta, a partir de lo que Marx y Engels declararon en el  Manifiesto: “Los obreros no tienen patria. No podemos quitarles lo que no tienen. Como el proletariado debe antes que nada adquirir la supremacía política, debe elevarse a ser la clase dirigente de la nación, debe constituirse en nación, hasta llegar tan lejos como para convertirse en sí mismo nacional, aunque no en el sentido burgués de la palabra. “
Por lo tanto, es evidente que el proletariado en Cataluña está interesado en una nación catalana como un terreno para la toma del poder político; y en este sentido, incluso en el actual choque, su forma de estar a favor de la independencia de Cataluña es radicalmente diferente de la de la burguesía.
También en Cataluña, el proletariado debe ser consciente de que una Cataluña en manos de la burguesía no es su país, sería la patria de la burguesía y los estratos de la burguesía pequeña y media aliada, y por lo tanto también en tal Cataluña, también en esta lucha por la independencia, la clase obrera debe conducir su lucha en los frentes sindical y económico, como en todos los frentes, para derrocar a la clase dominante actual.
Incluso dentro de la lucha por la independencia de Cataluña, la clase obrera es internacionalista y apunta a una sociedad en la que la economía está organizada a escala global y donde no solo desaparece la explotación de una nación por otra sino el antagonismo de las naciones como tales, porque esta explotación y antagonismo siempre son característicos de las economías capitalistas e imperialistas.
La clase trabajadora aborda la cuestión nacional como una clase que lucha por el poder político, asumiendo todos los problemas de la vida nacional y, en el caso de Cataluña, el tema de la independencia. Pero esta no es una lucha aparte, sino una parte integral de la lucha más general para apoderarse del poder político y  la emancipación del proletariado. (Véase Marx en Italia / Austria, carta a Laube, mayo de 1848, citada en “El marxismo, la cuestión nacional y colonial”, Stalin)
La clase trabajadora -como nos enseñaron Marx y Engels- toma parte en las luchas nacionales, como en el caso de Cataluña, no solo como una cuestión social sino como una cuestión de democracia. De hecho, el referéndum y el derecho de declarar la independencia de Cataluña, son cuestiones democráticas, apoyadas por una fracción de la misma burguesía.
Está claro – como Marx y Engels nos mostraron – que la posición de los comunistas y de la clase obrera no puede ser la misma que la de los falsos comunistas, que hacen caso omiso o incluso se oponen a la cuestión nacional de Cataluña, tomando con argumentos socialistas el lado del Estado español. La lucha de la clase obrera se desarrolla mejor en una situación en la que no existe la opresión de una nación sobre otra, también, en el caso concreto, de un país imperialista.
Pero, la clase trabajadora también participa por otra razón importante. La participación de la clase obrera como fuerza autónoma en la lucha en Cataluña cambia profundamente los términos del problema, destacando la contradicción existente entre los intereses de clase de la burguesía catalana y los intereses de las masas. Eso porque, siempre, también en la Cataluña actual, la burguesía subordina, y subordinará aún más, los intereses de la nación a su propio interés.
Es importante mencionar la cita de Marx y Engels de 1849 en Neue Rheinische Zeitung (citada en Marxismo, la cuestión nacional y colonial, Stalin), donde señalan que en la disputa italiana, la independencia italiana podría perderse no tanto por el poder militar de Austria sino más bien por la cobardía de la monarquía piamontesa. Podemos compararlo con la actitud del actual presidente Puigdemont en Cataluña.
Esto también es importante para poder comprender el núcleo del punto de vista de Marx y Engels, que no se limitó a defender la acción de clase como una fuerza autónoma, sino que también llama a sacar conclusiones del conflicto “La insurrección de masas, guerra revolucionaria, guerrillas por todas partes son los únicos medios con que poca gente pueda  ganar un grupo más numeroso,  y con el que un ejército más débil puede hacer frente a un ejército más fuerte y mejor organizado”.

Si el proletariado como clase autónoma entra en el campo de batalla y toma esto como los medio para hacer frente a la contienda  en Cataluña, es probable que la fracción burguesa que actualmente encabeza el movimiento “en lugar de aliarse con las masas preferirá negociar la paz con su peor enemigo“.
Marx y Engels nos enseñan que en el contexto actual de la lucha en Cataluña, la participación de los trabajadores es de gran importancia, aunque no sean plenamente conscientes e incluso si fueran pequeños grupos.  ¿Porque es esto importante? Porque puede ser la oportunidad de abrir el camino y preparar el terreno para la lucha por el poder proletario en Cataluña, por una Cataluña socialista.
En esencia, en una sociedad capitalista desarrollada, y Cataluña lo es, incluso frente a la opresión nacional por parte del Estado español, los trabajadores no tienen país. Sin embargo en tal lucha participan y toman partido del lado nacional de Cataluña, para hacer avanzar la lucha por la liberación de la clase obrera, que excluye cualquier opresión y explotación de una nación por parte de otra. Esta posición es diferente del nacionalismo burgués, que tiene como objetivo continuar oprimiendo a la clase obrera y las masas en un contexto nacional. Esta participación de la clase obrera va en contra de las posturas que, en relación con Cataluña, consideran la cuestión nacional como ajena a la clase trabajadora.
Una vez más, teniendo en cuenta la situación en Cataluña, surge la necesidad de los comunistas que quieren dirigir a la clase trabajadora como una fuerza autónoma para decididamente enfrentar el oportunismo de derecha  y de “izquierda”.
Los primeros defienden la causa del Estado español, llegando a la conclusión de que el Estado español es el verdadero marco de la lucha de clases, lo que naturalmente los lleva a no aprovechar la crisis catalana para intensificar la lucha de clases en el español Estado.
Los últimos distancian a la clase trabajadora de la lucha de liberación en Cataluña, dejando el campo libre para la burguesía y contribuyendo a mantener esta lucha nacional en el campo de las contradicciones inter-burguesas.
Ambas desviaciones, de hecho, rompen la unidad de la clase obrera, que justo en la situación de la crisis catalana, tendrían la oportunidad de conseguir colocar unos buenos cimientos sólidos en el Estado español y en Cataluña, que permitan después alcanzar los objetivos del poder proletario y el socialismo.
Al mismo tiempo, es absolutamente necesario en la lucha actual por la independencia nacional de Cataluña no permitirle ningún lugar a una posición que considere a Cataluña algo diferente de un país capitalista desarrollado. Esto daría lugar a una visión de Cataluña como una nación proletaria porque está oprimida, lo cual es siempre una característica de la burguesía y su ala reaccionaria.
Por lo tanto, es decisiva la lucha de los comunistas contra aquellos que impiden que la clase trabajadora participe en esta disputa, tanto en el Estado español como en Cataluña, particularmente contra aquellos que se pintan a sí mismos como de izquierda y / o comunistas.

Lenin nos enseña que si los comunistas hoy abandonan la lucha inmediata y decidida por la cuestión democrática de la independencia de Cataluña, jugarán el juego de la burguesía, tanto en el Estado español como en la propia Cataluña. En el estado español, porque debilitan la lucha progresista por la independencia de Cataluña, que sin el papel y la participación de la clase obrera no puede ganar; en Cataluña, porque dejan a la burguesía libre para atar las masas en su carro. Por el contrario, el papel y la participación de la clase obrera permitirán formular e implementar la reivindicación de la independencia de Cataluña de una manera revolucionaria y no reformista, y abrir el camino, repetimos, a una Cataluña socialista.
Por esta razón, incluso delante de la agudización actual de la contradicción entre el Estado español, dirigido por el gobierno de Rajoy, apoyado en diversas formas por los otros partidos parlamentarios de España, y el gobierno catalán de Puigdemont, no debemos dejar engañarnos por los lemas de las burguesías; estos tienden tarde o temprano a establecerse o alinearse detrás de otras potencias imperialistas para lograr sus objetivos.

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