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France : Gendarmes mobiles contre sidérurgistes
3 mars 2012
France : Gendarmes mobiles contre sidérurgistes
A l’issue de leur manifestation, les salariés grévistes d’ArcelorMittal à Florange (Moselle) ont décidé d’occuper le poste de contrôle ferroviaire de l’aciérie. Les trains transportant les produits fabriqués chez ArceloMittal ont ainsi été bloqués au cours de la matinée. Les gendarmes mobiles les en ont délogés une après, dans une intervention violente d’une dizaine de minute. Un blessé est à dénombrer parmi les manifestants. Ses blessures sont cependant légères.
asturias
La dirección de Arcelor-Mittal en Asturias comunicó ayer a los sindicatos que la compañía tiene en suspenso las inversiones en Asturias y que si la división de Largos, en Veriña, no da beneficios antes de junio, la compañía iniciará un proceso de cierre de instalaciones en Gijón que podría alcanzar a uno de los dos hornos altos. Esto significa tanto como advertir de que la siderurgia asturiana tendría el tiempo contado, ya que con un solo horno de manera indefinida sería deficitaria. Por las características de la planta asturiana, en esas condiciones el plazo máximo de funcionamiento se situaría entre dos y tres años, según los expertos del sector consultados. Las propuestas de Arcelor-Mittal para intentar salvar las instalaciones suponen avanzar hacia un nuevo modelo laboral con la máxima flexibilidad interna, en sintonía con lo que recoge la nueva reforma laboral.
Las negociaciones para acometer la reorganización de Largos y hacer competitivas las instalaciones empezarán el próximo lunes. En el plazo de quince días, la empresa debe enviar a Luxemburgo un informe avanzando los acuerdos alcanzados, y como máximo a finales de marzo el proceso deberá estar terminado.
La dirección de la empresa en Asturias explicó a los sindicatos que no se plantea medidas traumáticas para los 200 trabajadores que, según sus cuentas, son excedentes en Largos de Gijón. Y les presentó una propuesta según la cual, en números redondos, unos 90 empleados propios de Arcelor-Mittal y otros 30 de empresas auxiliares se retirarán mediante contratos relevo. El resto serían recolocados en Planos (Avilés), cuya situación económica y de carga de trabajo está en mejores condiciones. Para ello, la compañía quiere llegar a un acuerdo con los sindicatos que le permita aplicar la máxima flexibilidad interna sin que eso suponga conflictos (con la nueva reforma laboral no necesita el acuerdo para hacerlo).
Esta flexibilidad interna también supondrá, si sale adelante el plan de la compañía, que los trabajadores no disfruten un mes continuado de vacaciones, sino que se repartan en períodos de quince días. Esto tendrá un importante impacto en el empleo: dejarán de contratarse a los 500 eventuales que durante el verano cubrían los puestos de trabajo de los que se iban de vacaciones.
La dirección de Arcelor-Mittal en Asturias no ahorró explicaciones, con números absolutos, tasas, ratios y comparaciones para trasladar a los sindicatos los graves problemas económicos que tienen las instalaciones gijonesas, rentables si funcionan al 100%, pero deficitarias cuando cae la demanda, como ha ocurrido con el impacto de la crisis desde el último trimestre de 2011.
La compañía, según algunas de las fuentes consultadas, «ha dado un voto de confianza» a Asturias permitiendo la búsqueda de soluciones e incluso enviando a un nuevo ejecutivo, José Alberto Gutiérrez Marcos, como máximo responsable de Largos y con plenos poderes para negociar y tomar decisiones. Pero añadieron que «si el balance económico no pasa del rojo al verde, Asturias perderá la credibilidad y la confianza que tiene. Eso supondrá entrar en declive, con todas sus consecuencias».
Esas consecuencias las explicó con claridad la dirección de la compañía a los sindicatos, según trascendió. El cierre empezaría por la acería de Gijón, seguida del alambrón y el carril. Con ese panorama, no hace falta construir las nuevas baterías de coque ni reconstruir el horno alto B, cuyas obras estaban previstas para agosto. Unas inversiones que, entre ambas, sumaban unos 177 millones de euros. Si paran las instalaciones de Gijón, es suficiente con un horno alto, con lo que el otro se pararía de manera indefinida y esto, a su vez, tendría un efecto dominó.
Con un horno solo en funcionamiento y con la capacidad de la acería de Avilés no sería suficiente para abastecer a Planos, así que habría que importar «slabs» (el acero semielaborado). Es decir, que se incrementarían los costes, con lo que sería más difícil ser competitivos y, por tanto, atraer nuevas inversiones.
«Se entraría en una dinámica terrible que acabaría en números rojos y eso, a la larga, supondría el cierre. La siderurgia integral con un solo horno nunca es rentable y el plazo máximo de vida es de entre dos y tres años», explicaron las fuentes consultadas.
Los dos hornos altos de Arcelor-Mittal en Veriña (Gijón) -en la imagen- son los únicos que quedan en España. Tras remodelar el horno alto A, quedaba pendiente la modernización del B, pero su mal estado hizo que la compañía se plantease tirarlo y hacer uno nuevo. Corría el año 2008 y las instalaciones asturianas producían por encima del 90% de su capacidad. Pero llegó la crisis, y la reconstrucción se quedó en una remodelación que ahora se encuentra en suspenso, pendiente de cómo evolucione
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