mercoledì 18 maggio 2011

pc 18 maggio -sulla morte di Osama bin laden - dichiarazione del Partito Comunista dell'India - maoista

in spagnolo in via di traduzione



¡Es el belicista y sanguinario Obama, y no Osama, el terrorista global nº 1 que amenaza la paz en el mundo! ¡El imperialismo estadounidense y no Al Qaeda es la más grave amenaza global no sólo contra todas las naciones y pueblos oprimidos del mundo sino también contra los ciudadanos estadounidenses! ¡Condenemos el brutal asesinato de Osama bin Laden en una operación encubierta de ese gendarme mundial llamado CIA!

El 2 de mayo, los imperialistas estadounidenses asesinaron a Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, en un ataque con helicópteros contra el edificio donde se encontraba en Abbottabad, Pakistán. Los EE.UU. pisotearon la soberanía de Pakistán al llevar a cabo directamente esta operación sin siquiera informar de la misma al Gobierno pakistaní. Interfirieron los radares pakistaníes, penetraron en sus cielos con cuatro helicópteros, atacaron el edificio y concluyeron la operación “con precisión quirúrgica”. También murieron una mujer y dos hombres en el edificio y, según dicen, la esposa de Osama resultó herida en el ataque. El hijo de ambos parece haber escapado de la muerte de casualidad en esta operación de cuarenta minutos. La administración Obama fue cruel hasta lo indecible incluso con el cadáver de Osama. ¡No entregaron el cuerpo a los miembros de su familia sino que lo arrojaron al océano Índico! Lo hicieron para hurgar en la herida, sabiendo como saben cuán ofensivo y ultrajante resultaría para los musulmanes de todo el mundo.

Tan pronto como un Obama radiante de alegría anunció la muerte del líder de Al Qaeda, los fascistas en armas del Gobierno de los Estados Unidos, es decir, los cabecillas de los países imperialistas y sus gobiernos títeres del tercer mundo se apresuraron a describirlo como una gran victoria en la Guerra Global contra el Terrorismo. Las clases gobernantes compradoras indias aprovecharon la oportunidad para atacar a Pakistán por albergar en su suelo a un “hombre tan peligroso”. Ni una sola palabra de condena en relación al ataque unilateral en una nación de la SAARC [South Asian Association for Regional Cooperation, “Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional”, en sus siglas en inglés] llevado a cabo sin la menor consideración por su soberanía. Ni una sola pregunta sobre lo que hace la maquinaria de guerra estadounidense en suelo del subcontinente, en primer lugar. La respuesta de la burguesía compradora india no es en verdad sorprendente dado su historial de apoyo, tanto abierto como encubierto, a la mayoría de las guerras de agresión y a las intervenciones de los imperialistas (especialmente de Estados Unidos y la OTAN) en el tercer mundo, violando su soberanía de innumerables formas, y dado su propio servilismo a los imperialistas estadounidenses.

Desde que la OTAN atacó Afganistán en 2001, Estados Unidos no ha dejado de forzar y coaccionar, cada día con más intensidad, al gobierno de Pakistán “para obtener su cooperación” en su llamada guerra contra el terrorismo. Pakistán se ha convertido en un extenso patio trasero de los EE.UU. en esta guerra. En sí, esta operación no es sino el ejemplo más flagrante del matonismo belicista de los EE.UU., pero también un caso más en las numerosas intervenciones indiscutidas que han llevado a cabo en Pakistán, especialmente en el último decenio. La sumisión de los gobernantes compradores de Pakistán es tan completa que incluso después de una acción ofensiva como la que acabó con la vida de Osama bin Laden, el gobierno pakistaní ni siquiera ha condenado inequívocamente el ataque cometido al margen de todas las normas internacionales. Sólo después de que las manifestaciones generalizadas por todo Pakistán lo arrinconaran, el gobierno pakistaní gimoteó imperceptiblemente que el ataque era ilegal y cometido sin su conocimiento. El Jefe dice: “¿Y qué? No pienso pedir disculpas” y el criado cierra la boca. De nuevo, nada realmente sorprendente si echamos una ojeada a su historial de absoluta sumisión perruna a los imperialistas estadounidenses. El terrorista global nº 1, Obama, bombardea día tras día las áreas tribales (pashtún) pakistaníes y mata a cientos de ciudadanos pakistaníes (en su mayoría mujeres y niños) en innumerables ataques con aviones no tripulados. Decenas de futuros Raymond Davis [véase http://en.wikipedia.org/wiki/Raymond_Allen_Davis_incident] de gatillo fácil se pasean impunemente por las calles de Pakistán sedientos de sangre de ciudadanos corrientes pakistaníes. Mientras, las desvergonzadas a la par que sumisas clases dirigentes paquistaníes se disputan el privilegio de extender la alfombras roja, empapada con la sangre de los pakistaníes, a este asesino “Nobel de la paz”.

Desde los ataques del 11 de septiembre, presuntamente cometidos por Al Qaeda bajo la dirección de Osama bin Laden, los imperialistas estadounidenses, bajo la dirección del entonces presidente George W. Bush, han orquestado una malintencionada campaña antimusulmana por todo el mundo y desencadenado guerras de ocupación contra Afganistán e Irak. Millones de personas corrientes han muerto o han resultado mutiladas en estas guerras injustas, por no hablar de los terribles horrores soportados por mujeres y niños. En nombre de la Guerra contra el Terrorismo, los musulmanes de todo el mundo han sido criminalizados y sometidos a innumerables horrores. Mostraron a Al Qaeda como el rostro de este “terrorismo” y retrataron a Osama como el enemigo número uno de los Estados Unidos y el mundo atribuyéndole una imagen desmesurada. Hincharon a Al Qaeda como el monstruo que había detrás de cada atentado terrorista en un intento de justificar todo tipo de atrocidades contra los musulmanes. Iniciaron una caza del hombre contra Osama y otros líderes de Al Qaeda y gastaron miles de millones de dólares en la llamada Guerra contra el Terrorismo. Instalaron regímenes títeres en Afganistán e Iraq, y Pakistán a día de hoy parece casi una colonia. El monstruo de la Guerra contra el Terrorismo prosigue su carrera enloquecida aplastando a millones de musulmanes bajo sus pies.

Se ha demostrado muchas veces en la historia que matar a un dirigente no basta nunca para acabar con una organización si no se eliminan las causas fundamentales que, en primera instancia, la hicieron surgir: en este caso, la súper explotación imperialista, la opresión, la intervención y la humillación. La honda ira y la frustración de los pueblos musulmanes contra los imperialistas, en especial los imperialistas estadounidenses y el Israel sionista, se expresan de muchas formas y Al Qaeda es una de ellas. Las revueltas en el mundo árabe son otra expresión de esta furia, tanto en contra de sus gobernantes despóticos como contra el imperialismo. Algunos de los métodos utilizados por organizaciones como Al Qaeda en su lucha contra el imperialismo provocan daños a ciudadanos corrientes y merecen ser condenados cuando se pierden vidas inocentes. Sin embargo, no debemos sacarlos de contexto y considerarlos como actos de dementes movidos sólo por su “odio a América”, como pretende el gobierno de Estados Unidos que sus ciudadanos crean. Si no hubiera intervenciones imperialistas y guerras de ocupación, no existiría Al Qaeda. Si no hubiera asesinos como Bush y Obama, no habría Osamas.

El PCI (Maoísta) exhorta a los pueblos del mundo a condenar el brutal asesinato de Osama bin Laden por los imperialistas de EE.UU. Exige que cesen inmediatamente todo tipo de ataques contra los musulmanes en nombre de la “Guerra contra el Terrorismo”.

El PCI (Maoísta) reitera con toda firmeza que el Marxismo-Leninismo-Maoísmo es la única ideología que puede poner fin a todo tipo de explotación y opresión en el mundo. Sólo bajo la dirección del proletariado y de su partido comunista pueden las naciones oprimidas y los pueblos subyugados por tiranos, dictaduras burguesas llamadas “democracias” y por el imperialismo lograr su liberación completa. Las acciones de Al Qaeda o de cualquier otra organización como Al Qaeda, por numerosas que sean, no les servirán para arrancar la libertad o la soberanía de la ocupación y la intervención de los imperialistas. Las revueltas en el mundo árabe, incluyendo la lucha del pueblo palestino y la implacable lucha y sacrificios de sus organizaciones no irían a ninguna parte a menos que se consoliden en forma de Guerras Populares contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático comprador en sus respectivos países.

El PCI (Maoísta) exhorta a todas las naciones y pueblos oprimidos del mundo a luchar unidos contra los imperialistas, en especial los imperialistas estadounidenses, que desencadenaron injustamente la llamada Guerra contra el Terror dirigida contra los pueblos musulmanes de todo el mundo. Hacemos un llamamiento a los ciudadanos estadounidenses para que tomen conciencia de que son las brutales políticas imperialistas seguidas por sus gobernantes en los países del tercer mundo las que están poniendo en peligro las vidas de los ciudadanos estadounidenses y no los llamados terroristas; de que es el sistema económico capitalista el que provoca, una y otra vez, crisis financieras que afectan a su bienestar o el que les deja sin empleo y no los inmigrantes. Hacemos un llamamiento al pueblo estadounidense para que alce su voz y luche contra nuestro enemigo común en su misma casa. El apoyo a la justa lucha de los pueblos oprimidos por los gobernantes de su país también allanará el camino de su propia liberación. Esperamos sinceramente que tanto las luchas populares y de la clase trabajadora de los países imperialistas, incluyendo Estados Unidos, en contra del capital monopolista, como las luchas de las naciones y pueblos oprimidos del tercer mundo se unan y se conviertan en una poderosa tormenta que finalmente destruya a nuestro enemigo común.

El PCI (Maoísta) exhorta en especial al pueblo de Asia meridional a alzar su voz contra la brutalidad de las fuerzas de la OTAN dirigidas por EE.UU. en Afganistán y Pakistán y a exigir su retirada inmediata. El PCI (Maoísta) apoya las luchas del pueblo pakistaní contra los ataques de los imperialistas estadounidenses en su tierra y su lucha por liberarse de la coerción y la intervención imperialista.

Tomemos conciencia de que el imperialismo estadounidense es el enemigo nº 1 de la población mundial, que amenaza la paz mundial, la soberanía de los países del tercer mundo y su progreso. Luchemos contra los imperialistas y sus regímenes lacayos compradores en nuestros países para conseguir una vida libre de explotación y opresión, una vida vivida en dignidad y con la cabeza alta.


(Abhay)
Portavoz,
Comité Central
PCI (Maoísta)

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